“Caminamos hacia un futuro cierto» Hugo Pérez Ovalles

En el comienzo de la conversación, una de las primeras palabras que salen de boca de nuestro entrevistado es “excelente”. Así es como define el momento profesional en el que se encuentra actualmente.

“Al graduarme le pedía a la vida que como ingeniero me dejara hacer dos casitas por año y tener un camioncito, un trompo y un compactador. Ahora tenemos una flota vehicular y construimos dos hoteles por año. La vida me ha multiplicado por miles mi deseo de joven”.

“En mi posición manejo muchos temas diferentes; desde reuniones a presupuestos, cotizaciones, contabilidad, seguros, recursos humanos, responsabilidad social, publicidad, etc. Es un trabajo muy interesante y nada aburrido. Cada día es una nueva aventura. Una nueva oportunidad, un nuevo comienzo”.

Hugo Pérez tiene una mirada crítica y experta de su área, lo cual le convierte en un observador de primera mano a la hora de ver cómo está Santo Domingo urbanísticamente hablando. Por eso no duda cuando nos comenta que “como constructor me siento orgulloso por la cantidad de edificios modernos que se están ejecutando ahora mismo en Santo Domingo. Nuestra ciudad va camino a ser cada día más moderna y vanguardista en cuando a diseños arquitectónicos”. “Caminamos hacia un futuro cierto. Sí me preocupa el tráfico vehicular con relación al incremento de vivienda.

Hay una carencia en infraestructuras para atender a las necesidades reales. No veo un plan urbanístico que dé soporte a este flujo vehicular nuevo”, añade. Hugo hace referencia a un gran cineasta, en el momento en el que le preguntamos cómo se enfrenta a cada nuevo reto.

“Ya lo dijo Billy Wilder a través de uno de sus personajes: “La vida es una guerra, amigo”. Para mí la vida es una guerra, cada día es una batalla, yo peleo batalla a batalla, es decir día a día, puedo perder alguna batalla pero nunca la guerra. Paso a paso, día a día, minuto a minuto… Su definición personal de un día perfecto es la siguiente: “Un día perfecto es cuando sales de casa con muchas actividades en agenda y citas, y al final del día has cumplido con todas las citas a sus horas. Todos te recibieron, nada se pospuso y no se te pinchó ni una goma del auto”.

¿Eres un hombre de playa o de montaña?
Yo trabajo debajo del sol, frente al mar. Cuando tengo tiempo libre ni se me ocurre pensar en playa. Soy amante de la montaña, el frío y el agua dulce.

¿Cuál es tu relación con la gastronomía? Cocinas?
No ha nacido lo que yo no coma. No tengo comida favorita, puedo comer de todo. No soy mañoso al comer, así que como para                                                  vivir y no vivo para comer. Sí, estoy aprendiendo a hacer sandwiches.

¿Qué significan los viajes para ti? ¿Lugares recurrentes a los que acudes una y otra vez? Lugares por conocer pendientes en tu lista?
Un día dije no más, me cansé de ver el mundo a través del TV, revistas, libros e internet. Me gusta viajar, conocer, disfrutar, es una de mis pasiones. Siempre estoy por Miami, Cuba, NY. A Aspen voy cada año, repito y nunca me canso. Aún me queda todo el mundo por conocer: Tailandia, Australia, Rusia, etc.

¿Cómo es tu relación con las distintas artes. Arquitectura, pintura, etc.?
Me va muy mal dibujando, tratando de dibujar un caballo para mis hijas hice algo parecido a un perro pero feo. De arte me gusta la música y el baile.

¿Cuál te gustaría que fuera tu legado?
Siempre he pensado que si al final de mis días, aunque fuera una calle, parque o edificio llevara mi nombre, me sentiría realizado. No quiero pasar por esta vida como uno más. Quisiera cambiar muchas cosas de mi país, pero eso no depende de mí. Espero poder cambiar algunas vidas e influenciar en otros mi forma de pensar y actuar. Ese sería mi legado.

Autor: Equipo TH Comunicaciones